28 Ago Xóchitl y Beatriz
La gran novedad en nuestro escenario político —y la gran promesa, si se piensa en las perspectivas de la democracia— es el proceso de selección en el Frente Amplio. Gracias a él, surgió y se ha fortalecido la candidatura de Xóchitl Gálvez. La competencia que desembocará en las votaciones y el anuncio del domingo próximo eran difíciles de imaginar hace pocos meses.
Los partidos en la oposición, que no obstante sus diferencias e intereses han persistido en esa alianza, se sobreponen al largo estancamiento y a la confusión que padecieron después del éxito de Morena en 2018. Las organizaciones sociales y los ciudadanos que les impusieron a esos partidos la elección primaria, hicieron una apuesta inteligente.
La oposición tendrá candidata presidencial surgida de un proceso abierto y democrático. Allí hay un enorme contraste con el dedo selector del presidente de la República, que decidirá la candidatura en el partido oficial. Mientras en la oposición se realizan debates y, aunque con problemas logísticos, habrá urnas para que voten los ciudadanos que se registraron, en Morena los aspirantes compiten para congraciarse con el presidente. Los excesos y dislates del gobierno han cohesionado a partidos y ciudadanos promotores del Frente, que han invertido tolerancia y apertura para subordinar sus diferencias a la construcción de una alternativa capaz de encarar al partido oficial.
Con su candidatura, Beatriz Paredes contribuye a subrayar esa diversidad que solidifica al Frente. Logró remontar obstáculos dentro de su partido, y luego en la competencia con otras fuerzas políticas, para afianzar una candidatura a la que ha tenido derecho. Mujer perspicaz y curtida una sostenida trayectoria política en un partido hecho en las decisiones verticales, Paredes aporta inteligencia y experiencia a la disputa por la candidatura presidencial.
Algunos de los defensores más vehementes de Xóchitl Gálvez han encontrado en la candidatura de Beatriz Paredes una amenaza dinosáurica y autoritaria. Las reacciones contra ella soslayan que al Frente le interesa conservar la adhesión del PRI, por muy aborrecible que pueda resultar ese partido. Entre los priistas, Paredes tiene una trayectoria decorosa y se distingue porque apuesta al debate de ideas. Aunque ha coincidido con él, no es un alfil del impresentable líder Alejandro Moreno.
Su participación es importante, pero sería un despropósito que los votantes y encuestados por el Frente favorecieran a la senadora Paredes. Tanto por su filiación política, como por la generación de la que forma parte, Paredes no involucraría a extensos sectores que buscan una opción electoral distinta de la política tradicional.
El entusiasmo que ha suscitado Xóchitl Gálvez tendría que traducirse en una postulación ampliamente respaldada por los ciudadanos que participen en esa consulta. Cualquier otro desenlace sería el suicidio del Frente Amplio.