Propuesta para el país, diálogos por México

Propuesta para el país, diálogos por México

Agradezco la convocatoria para participar en este magno evento, “Diálogos por México”, que nos permitirá compartir reflexiones sobre el destino nacional y proyectar ante la sociedad mexicana lo que verdaderamente le da sentido a un partido político: el abrazar causas, el comprometerse con mejorar el desarrollo del país en donde participa.

Siempre es grato regresar a mi casa, a esta Institución política que conozco de fondo y de raíz. Yo, vengo de la Confederación Nacional Campesina. Soy militante desde la Vanguardia Juvenil Agrarista; pude participar en la fundación del Movimiento Nacional Juvenil Revolucionario que dio origen a lo que actualmente es “La Red de Jóvenes por México”. Soy pues, una militante que, desde un Comité regional campesino, pudo alcanzar el gran honor de ser la primera mujer en dirigir la Confederación Nacional Campesina. Presidí la Fundación Colosio -honrar a un correligionario cuyos ideales nos inspiran-. ¡Arriba Luis Donaldo Colosio! Pude ser Secretaria General y, posteriormente, Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional, en momentos inéditos de la vida partidaria, pues estábamos, como ahora, en la oposición, y porque insistí en que hubiese un proceso de consulta a la base para seleccionar al dirigente del partido. Llegué a esa gran oportunidad porque éste es un partido que, en sus momentos luminosos, ha tenido movilidad y apertura para la incorporación de quienes desde la base participan, convencidos de las mejores causas de nuestra organización política y de su capacidad de enarbolar los ideales de transformación del país, que le han dado vigencia en la vida política de México.

Llegué después de un proceso de participación democrática de la militancia.  Siempre he propugnado la renovación e innovación de nuestro partido. En consecuencia, propongo que la selección del candidato o candidata a la Presidencia de la República que realice nuestra organización sea, necesariamente, a través de un método democrático,  llámense primarias o consulta a la base. La renovación democrática es la mejor manera de mantener a los militantes de nuestro partido unidos y participando. Me pronuncio por una elección democrática de nuestro candidato o candidata y por una selección democrática de quien pueda fungir como candidato o candidata de la Alianza.

Soy aliancista. Lo soy, porque comprendo la realidad política de nuestro país y la necesidad de fortalecer las capacidades de la oposición para enfrentar al partido del gobierno que, evidentemente, estará cobijado por una elección de Estado que no debemos permitir.

Que se oiga fuerte y recio: ¡los mexicanos no vamos a permitir una elección de estado, el involucramiento de los “servidores de la nación”, la movilización desde el Gobierno Federal para imponer un triunfo electoral ficticio, queremos verdaderamente que el Gobierno no meta las manos en los procesos electorales en nuestro país!

Soy aliancista, lo soy porque entiendo la dinámica contemporánea de los partidos políticos y reconozco cómo en la mayoría de los países democráticos se han dado frentes de diversas insignias, con el propósito de poder tener una representación más amplia de un electorado que se ha diversificado de manera muy compleja.

Soy aliancista, porque en el Senado de la República hemos podido integrar un bloque de contención que ha sido fundamental para cuidar de los intereses de México ante las propuestas que pretenden destruir las Instituciones de nuestro país y la armonía de la sociedad encausada por el marco constitucional que nos rige.

En ese sentido, me dio mucho gusto escuchar de nuestro dirigente, la decisión plena de nuestro partido, para seguir convocando a una Alianza, a una Alianza lo suficientemente amplia, con una gran presencia de la ciudadanía.

Considero, no solo la presencia relevante de la sociedad civil, sino de la sociedad civil organizada, permítanme reivindicar el valor y la importancia de nuestros sectores como parte de la sociedad civil organizada, los sindicatos y las organizaciones de trabajadores en la Confederación de Trabajadores de México; las ligas de comunidades agrarias y los sindicatos campesinos en la Confederación Nacional Campesina; las organizaciones de colonos, de barrios, de colonias; las organizaciones que surgen de la actividad territorial en la Confederación Nacional de Organizaciones Populares y el Movimiento Territorial.

Me corresponde, queridas amigas, queridos amigos, compañeros, me corresponde iniciar un evento que contiene una serie de intervenciones de una distinguida compañera y distinguidos compañeros, muy valiosos todos, lo que siempre representa un riesgo, porque tus dichos, tus aseveraciones pueden generar controversia y pueden ser rebatidos sin posibilidad de réplica, pero no es el caso, estamos aquí compañeras y compañeros que somos correligionarios, que somos militantes o simpatizantes de una misma organización, incluso amigos, y eso supone que tenemos una base común, un soporte común en la visión sobre nuestro país. Lo ideal, en este ejercicio, es que se evidencie ante la sociedad mexicana, la riqueza de los cuadros que existen en nuestro partido y también la capacidad de formar equipo, lo ideal es que no se generen rivalidades o competencias estériles. Probablemente, y no lo ignoro, algunas y algunos compañeros que no estén convocados tienen, también, méritos suficientes para participar en la próxima selección de la candidatura presidencial. El tiempo ira fijando su ritmo y el Comité Nacional tomará las decisiones pertinentes.

Desde ya, les aviso a mis compañeras y compañeros que yo estaré, si resulto seleccionada después de un proceso democrático que se haga hacia el interior del Partido, convocándoles para que hagamos un gran equipo, que sume las capacidades de todos, en bien del desarrollo de México.

Pero, otra característica de ser quien abre una sesión con una serie de participaciones, es que puedes hablar de algunos temas que no hayan pensado los demás y, en ese sentido, invitarles a que los aborden también en sus exposiciones. Es pues, siempre un albur, ser el primero al bat, pero esperemos que esto enriquezca a la serie de conferencias que vamos a tener, todos, la oportunidad de escuchar. Espero pegar un “home run”.

Me parece indispensable subrayar que la elección del 2024 será una elección histórica. Siempre se dice, cuando hay relevos presidenciales, que es un momento histórico, pero ahora, precisamente, realmente utilizar ese adjetivo es lo correcto. En otras circunstancias, los relevos de la estafeta presidencial en el Sistema Político Mexicano correspondían a eso, a un cambio estrictamente político dentro de la misma visión del Sistema o del Estado nacional. En este caso NO. En el curso de su ejercicio gubernamental, el Presidente López Obrador, ha mencionado que la cuarta transformación, la 4T, es un nuevo proyecto para la vida del país, que se plantea un cambio estructural en el Estado nacional, otra conformación estructural. Desde esta perspectiva, sus propuestas corresponden más a una revolución que modifique el orden de las cosas establecidas, que destruya lo existente con la pretensión de construir nuevos marcos de referencia y no se satisface con la evolución democrática del Estado mexicano, sobre la base del respeto al marco constitucional. Por ello, existe esta pretensión de perpetuarse, porque la propuesta de la 4T es una nueva definición, el establecimiento de nuevas coordenadas para la conducción del país, de nuevos paradigmas que sean incorporados como propios por la sociedad mexicana. En ese sentido, la importancia de la próxima elección trasciende, con mucho, los momentos de relevo presidencial que hemos vivido en otras etapas. Trasciende, con mucho, los límites de las organizaciones y de las convocatorias partidistas.

La 4T se juega aquí su continuidad: La centralización excesiva del Poder en un Personaje, vemos el debilitamiento y desprestigio que se prohíjan sobre los otros Poderes de la República, el Legislativo y el Judicial, y el aplastamiento del Federalismo. Por eso se habla de un posible nuevo maximato.

Del desconocimiento de la evolución democrática del país, que da origen a un Régimen Político Plural donde las mayorías y minorías conviven en la normalidad democrática. Robustecido por organismos autónomos que apuntalan la democracia y la transparencia.

Del compromiso negado con las clases medias, de su estigmatización, de su nulificación, donde los deseos de superación de las mismas son señalados y condenados a la exclusión.

De la precarización de los trabajadores de Servicios del Estado, obligados a cooperar con proyectos políticos que no comparten.

De la tensión permanente, la polarización alentada, que somete al país a posibles confrontaciones internas y a riesgos innecesarios de confrontaciones internacionales.

De la ausencia de crecimiento económico, que tiene consecuencias negativas múltiples.

De la prevalencia regional de poderes fácticos fuera de la legalidad.

De la desnaturalización de nuestro Régimen Civil.

Los mexicanos, en cambio, los mexicanos  que no abrazamos el dogma “cuatroteista”, nos jugamos, este 2024, la posibilidad de que nuestro régimen siga siendo democrático, del fortalecimiento de las instituciones democráticas, de la plena vigencia del Estado de derecho y de las libertades, de la evolución de un régimen de economía mixta en donde la iniciativa privada participe con un papel relevante, de inversión y responsabilidad ambiental y social.

Y de la posibilidad de que el proceso de modernización de nuestro país avance, con los ajustes y matices que se requieran, impulsando que la apertura de México sea para conquistar el futuro, por ser reconocido en su grandeza y perspectiva y no por anclarse en el pasado. Que se aprecien las cualidades que nos distinguen como mexicanos y se nos perciba como personas conduciendo nuestro presente y aptos para conquistar el futuro, en este mundo global y universalizado, desde luego, orgullosos de nuestro pasado porque nos da identidad, pero sin atavismos que inmovilizan y, en ocasiones, afectan. Sobre todo para los jóvenes, para las nuevas generaciones, no hay derecho de cancelarles su perspectiva de ser ciudadanos mexicanos triunfadores y ciudadanos universales, en este siglo XXI.

No queremos que nuestra sociedad sea la caricatura de “La Reina del Sur”, ni de la barbarie en la violencia generalizada.

De ese tamaño, de esa dimensión es el desafío de la elección del 2024. Por eso, quiero insistir en que no podemos disminuirnos en estos momentos, no podemos ser menores, débiles, oportunistas o conformistas. Convoco a las mejores virtudes de cada una de las y los mexicanos, no solo de mis correligionarios. A mis correligionarios les pido la estatura que han tenido, en otros momentos complicados, grandes dirigentes de nuestra organización y, sobre todo, las bases extraordinarias que son la verdadera fuerza de nuestro partido: la generosidad interna, la capacidad de articular proyectos y sumar, la posibilidad de elegir a las mejores y los mejores. Dejar atrás mezquindades y ambiciones personales. No es etapa de ambiciones personales. No, esta es una etapa que requiere la entrega de todos, la entrega y la capacidad de articular un gran frente nacional, un gran Bloque en donde, unidos, tengamos la posibilidad de defender libertades, democracia, participación ciudadana, estado de derecho y equilibrio social. Rescatar a todas las expresiones de nuestro pueblo, para que se alcancen los satisfactores esenciales para su desarrollo y, al mismo tiempo, empujar las enormes potencialidades de nuestro país, para que seamos capaces de revitalizar la confianza, de generar certidumbre y de desplegar las alas que impulsen nuestro crecimiento, el desarrollo y la justicia interna para que la grandeza de México se recupere.

Por tanto, en una elección que es histórica, que, como ya lo dije, trasciende a los Partidos Políticos, tenemos que ser muy puntuales en la estrategia y la táctica, tenemos que ser muy asertivos, no hay margen de errores, ni espacio para los ismos. La única posibilidad de victoria es que trabajemos y vayamos juntos con un ideario compartido, con un programa adecuado y con la capacidad de hablarle a cada una y a cada uno de los mexicanos y que ellos aprecien que reconocemos nuestros errores y sabemos autocriticarnos, que sabemos corregir para constituirnos en una verdadera opción, que realmente comprendemos el compromiso de representarlos y nos obligamos a bien gobernar.

Yo entré a militar a la organización juvenil del PRI cuando era Presidente del Comité Ejecutivo Nacional Jesús Reyes Heroles. No es extraño, entonces, que me adhiera e identifique con la posición que expresó el Maestro Reyes Heroles cuando dijo “Primero el Plan y luego el hombre”.  Y cito:

Si dentro de nuestro Partido hay pluralidad de ideas con coincidencias fundamentales y pluralidad de intereses con denominadores comunes, no podemos proceder monolíticamente. Las distintas corrientes que se dan dentro del Partido tienen que expresarse, tienen que dar lugar a grandes discusiones y tienen que ser firme base para la unidad en la acción. Queremos democratizar; por lo tanto, no deben asustarnos los resultados de la democratización. Son consecuencias inherentes, inevitables de una evolución que iniciamos, de la reforma política en que participamos. Sería incongruente la audacia retórica democratizadora con la timidez frente a los hechos democratizantes.

Pienso, que este ejercicio, se vincula con esta tesis. Cuál es el programa, cuál es la propuesta, cuál es el plan presentado por  diversas personalidades, diversos integrantes del partido, que quieren que la sociedad conozca, para convencerla de que somos una opción. Cuál es el programa, cuál es la propuesta. Estoy cierta que otras notables personas, compañeros, compañeras, podrían formar parte de este ejercicio y coadyuvar enormemente en la formulación de una propuesta integral. Sin embargo, entiendo que “Diálogos por México” es una primera etapa que podrá ensancharse y que no necesariamente todos los que aquí participamos, estamos o están aspirando a obtener una candidatura. Entiendo también que nuestra propuesta, nuestra visión tendrá que contrastarse y concertarse con la visión que presenten cuadros y líderes de otras formaciones políticas y, desde luego, con la propuesta diversa que hace la sociedad civil. Tenemos que lograr que la Alianza presente un programa incluyente, un programa alternativo, pero también un programa coherente y yo me pronuncio por que éste sea un programa social-demócrata, por que éste sea un programa que reconozca las necesidades del México profundo, del pueblo, y también las expectativas de las personas del México que aspira tener mejores oportunidades y a la realización integral de sus capacidades. Bienvenidos los aspiracioncitas.

Alcanzar el bienestar para todos, sin excluir a nadie, requiere de más y mayores oportunidades. En ese sentido, mi propuesta tiene las siguientes características:

Es federalista, considerando el federalismo no solo un modo de organización de la República establecido en la Constitución, sino la mejor manera de potenciar el desarrollo de las regiones de nuestro país. Realizaremos una profunda reforma fiscal federalista, que dote de mayores potestades a Estados y Municipios y que redistribuya, de manera más eficaz y absolutamente descentralizada, el presupuesto de la federación, en coordinación con Estados y Municipios. Muchos de los programas que se han centralizado serán puestos bajo la conducción de Estados y Municipios. Vamos a robustecerán las Haciendas estatales y municipales, para que puedan cumplir con sus compromisos Constitucionales y apoyaremos proyectos de desarrollo de carácter regional.

Es democrática por que pretende el fortalecimiento del Poder Legislativo y del Poder Judicial. Con estricto respeto a sus autonomías, presentaremos iniciativas que fortalezcan su función evaluadora y favorezcan el equilibrio entre los Poderes. Es democrática porque respalda la participación ciudadana en la toma de decisiones, a través de diversos mecanismos de democracia participativa. Es democrática porque respetará irrestrictamente la libertad de expresión y de asociación. Expreso mi plena solidaridad con el gremio periodístico y rechazo, categóricamente, la ineptitud del Gobierno de la República, para protegerlos en la función social que desempeñan. Es democrática porque será respetuosa de los órganos autónomos y de sus funciones de regulación y, el Gobierno, el Poder Ejecutivo, tendrá que cumplir sus recomendaciones y ajustarse a los límites de un mandato constitucional que respeta la democracia.

Es incluyente porque rechaza cualquier tipo de discriminación y hará una revisión precisa de todas las políticas públicas para que ninguna tenga el menor rasgo discriminatorio.

Es incluyente porque en su proceso de construcción de las políticas públicas, convocará a todos los segmentos sociales para que realicen aportaciones y planteamientos críticos o de correcciones que deberán considerarse. Es incluyente porque ratifica el respeto a mayorías y minorías y la garantía de que sus derechos civiles serán salvaguardados. Seremos plenamente respetuosa de los Derechos Humanos.

Es objetiva porque su diseño se basa en datos fehacientes y técnicamente bien soportados, porque descarta las ocurrencias y el voluntarismo, porque planteará propuestas ambiciosas pero viables, realizables por la revisión de los instrumentos que las harán posibles, para que se sustenten en la realidad.

Considera el corto, el mediano y el largo plazo.

Propone:

  • Desarrollo redistributivo y democrático: crecimiento con inclusión y futuro con bienestar.
  • Vivir con igualdad y equidad en Derechos y oportunidades.
  • Inclusión y solidaridad.
  • Certeza y certidumbre para la sociedad y para la inversión.
  • Aprovechamiento eficiente, mitigación, sustentabilidad y resiliencia, armonía con la naturaleza. Un verdadero compromiso con la restauración y protección del medio ambiente.
  • Vinculación con el exterior, una política exterior activa, respetuosa de los Acuerdos Internacionales.
  • Gobierno eficaz, con balances y límites, reformas federalistas y en favor de los Poderes Legislativo y Judicial.
  • Transparencia y apego a la legalidad.

Todo ello, en un marco de plena vigencia del estado de Derecho.

Con esos grandes propósitos, subrayando la naturaleza democrática de esta propuesta y la convocatoria a la Alianza, no pronunciamos por integrar un Gobierno de coalición, le damos continuidad al esfuerzo del diseño para responder a la dinámica de finales del siglo XX e inicios del siglo XXI que han realizado compañeros ex legisladores, un Gobierno de coalición que garantice que nuestra Alianza no solo sea electoral, no solo sea legislativa, sino sea gubernamental, Programas comunes, reconocidos y aprobados por los militantes de las organizaciones participantes de la Alianza.

Con esos propósitos, observamos las políticas sectoriales como instrumentos básicos que se deben alinear a los objetivos planteados y no como ha venido sucediendo, que las políticas sectoriales subordinen los propósitos del conjunto, los disminuyen y a veces los desaparecen.

Abordamos, desde ese criterio, los temas para los que nos convocaron:

A CONTINUACIÓN, SE INCORPORAN LOS PÁRRAFOS TEXTUALES A LOS QUE NO SE LES DIÓ LECTURA EN LA PRESENTACIÓN VERBAL, POR RAZONES DE TIEMPO

Una política económica centrada en la gente. Para alcanzar el bienestar de la gente. Recordemos algunos datos:

Ofrecieron en campaña que se iba a crecer, primero que 6%, luego que 4%, luego que 3%. ¿Qué pasó en la realidad? CERO crecimiento, incluso, menos que cero. El crecimiento de la economía fue NEGATIVO desde el primer año de la actual administración; el segundo año con el COVID, más negativo, pero ese sí de los peores del mundo: 8.3% cayó nuestra economía. Y luego, la recuperación se ha dado de manera muy magra, tanto, que no alcanza a compensar el nivel de la caída. En 2021 crecimos 4.8% y la prospectiva del Fondo Monetario Internacional para nuestro país, es que crecerá este año alrededor del 2%. Si sumáramos aritméticamente estos datos, nos da que el que crecimiento del sexenio a la fecha no es CERO sino NEGATIVO (MENOS 1.6%). Aquí los economistas extraordinarios que están participando, les podrán traducir al español lo que acabo de decir. Ese es el escenario en el que se aplicará la política económica de la nueva administración, en diciembre de 2024, si no es que algún grave incidente o error lo vuelva aún más dramático. Nos encaminamos a ese grave incidente por los cambios en la Secretaría de Economía.

¿Qué hacer? Mover los instrumentos de la política económica al alcance del Estado, para superar esta situación y volver a crecer, y distribuir justa y adecuadamente los productos del crecimiento.

Un presupuesto público equilibrado orientado a la inversión y a la atención de las prioridades sociales y productivas.

Propondremos una profunda reforma presupuestal, que cambie el periodo de aprobación del presupuesto, para que verdaderamente se empiece a ejercer en los eneros subsecuentes, que utilice la modalidad de presupuestos multianuales para proyectos y actividades estratégicas, que descentralice programar en favor de los Estados y Municipios, entre otros elementos que serán considerados.

POLÍTICA ECONÓMICA

  • En finanzas públicas: Gasto eficiente para generar oportunidades de desarrollo para el pueblo.

La deuda ha crecido a un ritmo de más de 500 mil millones pesos por año. El patrimonio en fondos y en fideicomiso ha desaparecido también a un ritmo parecido. Nuestra situación patrimonial se ha deteriorado por partida doble: dos millones de millones de deuda nueva y dos millones de millones de ahorro esfumado. Estamos peor que hace cuatro años por cuatro millones de millones de pesos. Pero esa no es toda la historia: quienes antes confiaban en nuestro buen nombre y crédito ahora han dejado de acompañarnos en nuestro desarrollo.

El gobierno no puso el balance público para ayudar al patrimonio de las familias cuando la pandemia lo mermó. No compensó a nuestra planta productiva cuando los obligó a cerrar por la incapacidad de darnos servicios de salud. Cuando un gobierno se queda sin repuestas frente a las familias y pequeñas empresas, hay que preguntarse si merece seguir siendo llamado así. Las finanzas públicas deben ser palanca de desarrollo, no mecanismo de “austericidio”. 

No sólo tenemos más deuda y menos patrimonio, hemos dejado de hacer lo que debemos para financiar elefantes blancos que, como los de Atila, están destruyendo todo por donde pasan.  ¿Dónde está la inversión en mantenimiento carretero, dónde en medicinas y vacunas, dónde en seguridad y en educación?

  • Vigencia del estado de derecho: certidumbre a la inversión y a la creación de empleos.

Un marco regulatorio no coercitivo que aliente la inversión y estimule la innovación tecnológica. Un marco regulatorio que estimule la participación de mayor número de contribuyentes e incida en la formalización del trabajo y la ampliación de la seguridad social. Un nuevo Marco Regulatorio Federalista. La certidumbre en la aplicación de la ley, que evite excesos y extorsiones a los inversionistas. La certeza en la vigencia del Estado de Derecho.

Una Reforma fiscal gradualista que apoye a la Hacienda Pública y estimule la inversión con una visión federalista.

Un Sistema Financiero Público Reformado, eficaz y actuante, y una coordinación con el sistema financiero privado que estimule mayor cobertura en su participación en la economía y menos costos en sus transacciones.

  • Exportaciones: Infraestructura sostenible para reorientar al país hacia una nueva etapa de crecimiento y bienestar.

Con mucho trabajo, sumando esfuerzos y talento de generaciones de mexicanos del sector público y privado y de los tres niveles de gobierno, México es hoy una potencia exportadora. Por primera vez en mucho tiempo nos soplan vientos a favor. La pandemia y la guerra en Europa han obligado a las cadenas de valor a reubicarse en geografías cercanas y aliadas. México debía ser el gran ganador de esas tendencias. En su lugar vemos a países del Sudeste asiático ganándonos espacios; lo hacen porque han entendido lo que ya nosotros sabíamos y hacíamos.

Cuando México exporta incorporamos a los productos y a los insumos trabajo calificado, logística, energía abundante, limpia y sostenible, agua, ciencia y tecnología, investigación y desarrollo. En todos los casos, el gobierno actual ha destruido en lugar de construir: descuidó la educación; ensució nuestra matriz energética; secó la inversión en infraestructura hidráulica; le apostó a los otros datos en lugar de a la ciencia y a la tecnología; invirtió en fantasías en lugar de en investigación y desarrollo. La logística pasó de estar orientada a generar riqueza, para convertirse en un instrumento de control político. Nuestra apuesta es por la energía limpia generada por públicos y privados. La fortaleza de nuestra Comisión Federal de Electricidad no requiere por inhibir a los privados, sino en sumarlos para hacerlos parte de su éxito. No habrá superconductores sin agua limpia y suficiente. Habrá un programa de inversión hidráulica que inhiba el desperdicio, trate el agua y la convierta en pilar de desarrollo.

Propondré el establecimiento de la Secretaría de Recursos Hidráulicos.

Hoy, cinco millones de jóvenes entre 15 y 21 años abandonaron la escuela. Habrá alternativas de tiempo completo. Y un modelo de educación dual que le asegure a nuestros jóvenes conocimiento y empleo y a nuestros empresarios la mejor mano de obra del mundo. Vamos a desterrar a los otros datos y rescatar las alianzas con el método científico y nuestros científicos. Sumaremos a la academia para que gobierno y empresarios amplíen los horizontes de nuestra productividad.

Cerraremos las brechas entre el norte y el sur para que los mismos elementos de desarrollo que explican la inserción de los primeros en mundo global estén presentes de igual forma en el sur. Sí, le apostamos a los benéficos del comercio, pero estos le tienen que llegar a más regiones y a más gente. Estamos de acuerdo con grandes proyectos de infraestructura que aporten gran valor a nuestra capacidad logística. También contaremos con un ambicioso plan de desarrollo y mantenimiento de la infraestructura carretera, ferroviaria, marítimo portuaria, aeroportuaria, energía, agua y saneamiento, educación, salud, desarrollo urbano y telecomunicaciones del país, para que contemos con infraestructura y una plataforma logística que efectivamente contribuya al bienestar de los mexicanos.

  • Consumo: Más empleos y mejor pagados.    

México no puede apostarle a crecer sólo apalancado en su mercado externo. Acá necesitamos consumo interno y un mercado nacional fuerte. La base de nuestro consumo tiene que ser las clases medias, que aspiran a un mejor destino para sus familias y para el país, que merecen un mejor México del que les hemos dado. Las que reclamen un presidente que les ayude a alcanzar sus sueños en lugar de atacarlos desde el púlpito de las mañaneras. Qué irónico que sea desde el salón de Tesorería, donde millones de mexicanos contribuyeron a forjar la patria, que el pago a sus contribuciones sea la denostación, la descalificación y el repudio a quienes aspiran a un mejor destino de parte de quien nunca ha pagado impuestos. El mercado interno depende de dos factores: empleo y salario. Ese gobierno nos queda a deber más de 3 millones de empleos. Según el Fondo Monetario Internacional, el crecimiento de México fue inferior al de 147 países. No pedimos mucho: si México hubiera tenido un crecimiento mediano, mediocre, en lugar de estar entre los 12 peores del mundo, hoy tendríamos 1.5 millones de millones de pesos más en el bolsillo de los mexicanos.

  • Inclusión: El crecimiento será para todas y todos.      

Vivimos en un país profundamente desigual y de nada servirá si el crecimiento solo es para unos cuantos y los demás lo único que vemos que crece son las propiedades de los gobernantes y sus familiares. Por ello nuestra política económica tendrá un enfoque social que estará centrado en acabar con las desigualdades. La pobreza no es solo falta de dinero sino también resultado de carencias que impiden que muchas personas puedan generar un ingreso digno. Por ello la pobreza no se resuelve con sólo dar dinero a quienes no tienen recursos. Luchar contra ella y erradicarla exige una política económica con enfoque social que empodere a las personas con herramientas y oportunidades que les permitan incorporarse plenamente al sector productivo. No se trata de regalarles hoy un pescado, sino de enseñarlos a pescar para que puedan comer siempre.

Demos a cada mexicano un piso mínimo, una adecuada nutrición, acceso a servicios de salud, educación de calidad, vivienda, empleos suficientes y que paguen mejor. Aseguremos que nadie nazca en pobreza extrema; que independientemente del lugar en donde nazca, cada niña y niño tenga acceso a una vida llena de posibilidades, de bienestar y desarrollo.

La mejor manera de generar desarrollo es con inclusión y equidad, empoderando a la población y abriéndoles la puerta para que el crecimiento económico sea para todos y no para unos cuantos como lo ha sido y sigue siendo ahora.

Este planteamiento económico lo tenemos desagregado, así se lo vamos a entregar al coordinador, a mi enlace, a Rolando Zapata, que mucho agradezco sus atenciones, pues está especificado con políticas puntuales.

Lo que pasa es que había entendido al revés el reloj y creí que me sobraba mucho más tiempo.

EN MATERIA DE SALUD

Quisiera, porque me parece que lo merecen, hacer los siguientes comentarios:

Dr. Gustavo Baz,
Dr. Bernardo Sepúlveda,
Dr. Ignacio Chávez,
Dr. Salvador Zubirán,
Dr. Horacio Zalce,
Dr. Manuel Velasco Suárez,
Dr. Guillermo Soberón
Dr. Jesús Kumate,
Dr. José Narro,
Dr. David Kershenobich,
Dr. Ramón de la Fuente,

Dr. Leobardo Ruiz,

Dr. Luis Guillermo Ibarra.

¿Ustedes creen, que no tenemos de los mejores Doctores en el mundo?

¿Ustedes creen que el nombre de esos Médicos ilustres que fundaron los Institutos de Salud y Seguridad Social, de mayor rango en América Latina, no concibieron una política integral de salud pública?

El sistema de salud moderno de México nació en 1943. Pero fue la ignorancia supina, lo que los hizo creer que había nacido con una estrategia valiosa, pero no estructural que fue el Seguro Popular. La estructura institucional del Sistema de Salud mexicano se basó en la creación de la Secretaría de Salubridad y Asistencia y en los Sistemas coordinados de salud pública en el país. Además de ello, el Instituto Mexicano del Seguro Social con su fortaleza en materia de salud y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales al Servicio de los Trabajadores del Estado, con su ramal en salud.

De aquellas épocas emblemáticas en donde, de toda América Latina, venían a formarse en la estrategia de salud pública en México, de aquellas etapas en donde las campañas de vacunación que realizábamos eran ejemplares, no solo en el hemisferio, sino en el mundo, al proyecto fallido del INSABI, a la incapacidad de dotar de medicamentos a las clínicas públicas, a dificultar el ejercicio particular de la profesión y a tener los números más grandes de defunciones en la primera etapa del COVID en América Latina.

Tengo un planteamiento integral en torno a la propuesta de que debemos hacer para organizar al Sistema de Salud, pero yo lo resumo en una expresión: Aprovechar todo lo que se había hecho bien, rectificar lo que tengamos que rectificar y no cometer tantos errores, tantos y tan graves errores y respetar al cuerpo médico mexicano.

A CONTINUACIÓN, SE INCORPORAN LOS PÁRRAFOS TEXTUALES A LOS QUE NO SE LES DIÓ LECTURA EN LA PRESENTACIÓN VERBAL, POR RAZONES DE TIEMPO

En materia de la estrategia de salud, estamos realizando una consulta con Médicos y Doctoras en Medicina del país, para hacer una propuesta integral e incluyente.

LA SEGURIDAD PÚBLICA

La Seguridad Pública es una de las demandas más sentidas de la sociedad mexicana, afecta a los hombres con la pérdida de sus vidas o por la extorción de su patrimonio y, desde luego, a la libertad e integridad de todos, especialmente las mujeres. En las zonas más apartadas, aprovecha la marginación y la miseria para reclutar halcones y posibles delincuentes.

Ni abrazos, ni balazos, VIGENCIA PLENA del estado de derecho.

De la Seguridad Pública, se habla mucho, hay estudios, más que suficientes, decenas de expertos nacionales e internacionales dan recomendaciones, está sobre diagnosticado,

Pero, también, afortunadamente, tenemos casos de éxito, como lo son Mérida o La Laguna, en donde, a partir de lo local y con una activa participación de la sociedad, los tres órdenes de Gobierno, lograron coordinarse.

De la Seguridad Pública se habla mucho, hay estudios, hay propuestas, lo que se necesita es una conducta firme. Lo que se necesita es ser incorruptible para que no te infiltren tus cuerpos de seguridad. Lo que se necesita es un profundo amor al país y asumir los riesgos que significa gobernar.

Voluntad política que se debe reflejar en presupuestos suficientes y permanentes, convocar a la participación ciudadana y de la opinión pública, para lograr que nuestro país recupere niveles de certidumbre y Seguridad Pública que permitan una convivencia social sana, natural, sin el temor y el miedo que actualmente afecta a muchos mexicanos. En donde la Seguridad Pública no sea un pretexto para matar a semejantes, sino al contrario, que de soporte a una visión que sustente motivos para vivir.

Por eso, desde mi perspectiva, es necesario concitar un gran  “PACTO POR LA SEGURIDAD Y LA NO VIOLENCIA, POR LA TRANQUILIDAD DE LAS FAMILIAS Y LOS CIUDADANOS”, en el que participen los tres órdenes de gobierno, Federal, Estatal y Municipal; la sociedad civil en todas sus expresiones; los partidos políticos; los sindicatos; las organizaciones patronales; los medios de comunicación; las iglesias; las Universidades; los académicos; las organizaciones gremiales; la diversidad del conjunto social que es México.

Un pacto en favor de la tranquilidad de las familias y de los ciudadanos, por la estabilidad de las regiones, por la prevalencia del estado de derecho en todas las zonas de nuestro país, que no haya territorios sin ley.

En ese sentido, lo crucial es que se reconozca por todos, lo esencial que es para México el que recuperemos índices pertinentes de Seguridad Pública, su impacto en las actividades económicas, en la convivencia social, en el estado de ánimo de la población y en la legitimidad de las Instituciones.

Menciono, por encima, algunas cuestiones básicas para que la estrategia de seguridad pública funcione:

  • Mientras se da la transición, es indispensable una adecuada coordinación entre el Ejercito – la Marina – la Guardia Nacional – las Policías Federal, Estatal y municipales que existan, coordinación no solo en los mandos y estrategias convenidas, sino en el caso de equipos amigables entre sí, que apoyen el mejor desempeño con altas tecnologías, con labores de inteligencia y con un claro enfoque de prevención social del delito.  Dicha transición implica un calendario para transferir, gradualmente, personal de la Guardia Nacional con todo y sus recursos a las entidades federativas conforme éstas vayan estando preparadas, sujetando todo a un estricto programa calendarizado con metas para concluir en 2028.  Más del 70% de la Guardia Nacional deberá ser transferida a los estados.
  • Dotación de recursos presupuestales suficientes para la consolidación de Policías civiles en los tres órdenes de gobierno, Federal, Estatal y Municipal, debidamente formadas, con un código de ética sólido, bien equipadas y con salarios remuneradores y con una amplia protección y seguridad social. Precisarlo en un Programa de corto, mediano y largo plazo, con metas específicas y recursos previstos para todo el proceso.
  • Reestructurar la Guardia Nacional en tres agrupaciones: de contacto, de respuesta inmediata y de recuperación de territorios bajo mando civil.
  • Privilegiar la prevención social del delito y la inteligencia policiaca.
  • Impulsar la participación social y la rendición de cuentas.
  • Reorientar y modernizar las fiscalías, la transparencia en su actuar y la evaluación de su desempeño, incluidos los peritos dentro de un programa estricto, calendarizado y con metas para evaluar su debido cumplimiento.
  • Concluir y actualizar la implantación del Sistema Nacional Acusatorio.
  • Replantear el modelo de Centros Penitenciarios. Una nueva política penitenciaria, una política eficaz de reinserción social. Especial atención deberá dársele a los custodios para su profesionalización, adecuada remuneración y una red de protección de seguridad social.
  • Fortalecer la reparación del daño y la justicia transaccional. Un esfuerzo de coordinación entre los tres órdenes de gobierno será necesario para la protección de víctimas, búsqueda de desaparecidos y volver a reintegrar a los desplazados para restructurar el tejido social perdido.
  • Es la construcción de este nuevo sistema de seguridad con enfoque federalista, donde Estados y Municipios tengan un rol fundamental en el diseño de estrategias y definiciones. Se aprovechará todo lo existente. además de incorporar las políticas y estrategias que han probado su efectividad en varias ciudades y regiones del país, incluidas las comunitarias del estado de Guerrero.

Una auténtica reingeniería de las políticas públicas para contar con un estado contemporáneo como garante de la seguridad de sus gobernados como la primigenia de sus responsabilidades y obligaciones.  En efecto, si el estado mexicano falla en ese propósito, su existencia será fallida.

Aquí entrego el documento en donde planteo las líneas generales de políticas públicas en cuanto a la constitución, integración y perdurabilidad de un Sistema de Seguridad con policías civiles y un rol profundamente federalista, reconociendo la participación circunstancial y temporal de nuestras Fuerzas Armadas en el marco de nuestro estado de derecho y de nuestro régimen constitucional.

Queridas compañeras, queridos compañeros:

Algunas de mis mejores amigas y mis mejores amigos me recomendaron no hacer hincapié en este evento de mi militancia partidista, decían y no sin razón que a la sociedad civil no le gustan mucho los priístas, que la sociedad civil estima que el partido está en una etapa decadente y que el fardo de cargar con el desprestigio de nuestro partido era incorrecto en una estrategia electoral. Yo no puedo negar lo que soy, soy una militante que viene desde la base, soy una militante que he tenido oportunidades con la bandería y con la convocatoria de nuestro partido. No me respalda, en mi biografía, ningún grupo de interés, ni intereses oscuros, ni ningún magnate o potentado, todo el respaldo que he tenido, tiene que ver con el pueblo de Tlaxcala y con las oportunidades que Ustedes me han dado. Por eso, hoy, desde esta trinchera, expreso con humildad y con decisión que aspiro a ser candidata a Presidenta de la República, a encabezar una gran Alianza entre los partidos políticos con la sociedad civil, un frente amplio de los hombres y de las mujeres democráticas de México, porque el 2024 vamos a recuperar la Historia, la Historia de la democracia, la Historia de la justicia social, la Historia de la legalidad.

¡Vamos por la grandeza de México!